Gracias al hielo tuvimos la oportunidad de acercarnos al otro lado, a ese en el que están los molinos de Kinderdijk y pudimos hacer fotos que normalmente serían imposibles. Todas me parecen postales y siempre hay algún detalle especial en cada una de ellas. En esta ocasión tuvimos unas ovejas que pastaban tranquilamente mientras miles de personas patinaban por allí.
Aunque no es sencillo llegar, merece la pena visitar Kinderdijk y en la anotación Excursiones desde Amsterdam: Kinderdijk tienes las instrucciones. Si quieres más información sobre otros lugares para preparar tu visita a Holanda, mira en Planeando tu visita a Holanda.
Sino lo dices ni me fijo en las ovejas. Curiosa foto. 🙂
Las ovejas se confunden con la hierba, si no lo dices…
Salud