Con un fondo de postal podemos ver a un grupo que patina por delante de los molinos de Kinderdijk. Casi todos llevan patines de velocidad, más largos y que aunque no te permiten hacer filigranas te ayudan a recorrer kilómetros de manera incansable. En estos días pasados se abrieron multitud de rutas en parques y zonas de difícil acceso que se podían seguir y en las que una vez completadas, recibías un diploma que atestigua tu gesta. Las hay de 10, 20, 40, 60, 100 o más kilómetros.
Aunque no es sencillo llegar, merece la pena visitar Kinderdijk y en la anotación Excursiones desde Amsterdam: Kinderdijk tienes las instrucciones. Si quieres más información sobre otros lugares para preparar tu visita a Holanda, mira en Planeando tu visita a Holanda.
Debe ser una gozada…
Salud